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viernes, 28 de noviembre de 2014

Introducción a la conferencia "Lenguaje Tradicional y Lenguaje Técnico" de Martin Heidegger


La presente conferencia  fue pronunciada por Heidegger el 18 de Julio de 1962 en un curso de reciclaje para profesores de ciencias en Escuelas de Formación Profesional, organizado por la academia Comburg para formación del profesorado; la pronunció a instancias de un hijo suyo que era jefe de estudios en una escuela de formación profesional.


El título de la conferencia, nombrando dos formas de darse el lenguaje, es revelador de lo que pretende dilucidar el pensador en su conferencia.  Por añadidura, también es una señal indicadora la cita del sabio taoísta Zhuangzi que añade en su introducción, y su referencia a aquello que es inútil. No en vano, la filosofía clásica todavía era capaz de distinguir – e incluso valorar- los “saberes inútiles”.

En cuanto al lenguaje técnico, desde un punto de vista clásico, Heidegger no considera que sea antitético o ajeno al lenguaje tradicional o lenguaje materno, pues, nos recuerda, que “Técnica” proviene del griego “Technikon”, que denota la habilidad o conocimiento de saber hacer algo o llevar un proyecto a cabo. Lo cual, por supuesto, conlleva un lenguaje técnico que muestra o hace surgir ante nosotros un determinado “traer a la mano”. 

Le confiere, además, un especial interés a la conferencia la advertencia que Heidegger lanza, primero, contra el lenguaje entendido como mero instrumento de comunicación y, segundo, por la necesaria diferenciación entre el lenguaje esencial y cualquier otra forma de comunicación que no dice nada. Y me parece de especial interés dada la época en la que vivimos y, aparentemente, las posibilidades , inéditas hasta ahora, de comunicación que están a nuestro alcance; recordemos una vez más aquello que dice Heidegger en “Ser y Tiempo” y repite una vez más en esta conferencia: Se puede hablar mucho y no decir nada.

Otro aspecto importante, y que enlaza con el ámbito del lenguaje técnico, es la habitual consideración del lenguaje como “sistema estructurado que nos permite la comunicación”. Para Hedidegger, eso es tanto como arrebatar o enajenar al hombre de aquello que lo constituye precisamente como hombre; pues es el lenguaje depositario de nuestros principales atributos: El “Ser” y la Historia.
En cambio, si retomamos la idea principal de la conferencia, recordaremos que “decir” es el acto de traer las cosas (el Ser) ante nosotros, consiste en un mostrar el mundo; en desvelarlo y fijarlo. Pero, qué ocurre con un determinado lenguaje derivado de la técnica y la ciencia moderna: Que es sistemático y acotado. La máquina admite el 0 y el 1; proposiciones verdaderas o falsas dentro de un marco de posibilidades determinadas de antemano. Y, mediante este sistema lingüístico, la máquina determina qué es accesible y qué no.

Y ése es para Heidegger uno de los grandes peligros derivado del lenguaje técnico que amenaza al hombre en nuestros días: Siendo en su esencia tan extraño y enajenado con respecto a nuestro más íntimo Ser, ha sido erigido como intermediario entre nosotros y el mundo. Véase, por ejemplo, el concepto de identidad empleado en la antropología moderna: Una identidad construida por una mezcla compuesta de genotipo y fenotipo. Es decir, una identidad que aglutina nuestra información genética más los factores ambientales y culturales. 

Según esta definición, la ciencia, el lenguaje científico, nos dota, al observar y describir nuestros genomas, al mismo tiempo que la cultura y el entorno, de nuestra identidad, obviando así el hecho fundamental que entronca con la denuncia que Heidegger lanza en la conferencia.

Por ejemplo, si retomamos el caso anterior, la antropología moderna no tiene en cuenta que método o sistema ya es lenguaje y, lo que parece más preocupante, la propia ciencia, el lenguaje técnico, no es otra cosa que una determinada manifestación cultural. En definitiva, pasando por alto que cualquier descripción del genoma ya es en sí un hecho cultural, con la preocupante salvedad de que en este caso vendría mediada por instrumentos de medición y observación con sistemas lingüísticos propios. Ese es en definitiva  el mayor ataque contra el lenguaje entendido en un sentido tradicional: Aquel que conlleva un desvelar lo ausente y muestra lo real mediante la palabra, frente a uno meramente calculador. Y lo es, en definitiva, por dos razones:  Por convertir el lenguaje en una propiedad compartida con las máquinas diseñadas por el hombre; y por despojar al hombre de aquello que representa su Ser más propio.

La ciencia, el lenguaje técnico, aquí, se escinde de su matriz y se coloca a sí misma como causa. ¿No resuena de nuevo en todo esto la famosa y antigua tesis de Feuerbach?


LA CONFERENCIA: LENGUAJE TRADICIONAL LENGUAJE TÉCNICO

1 comentario:

  1. El pensamiento único se esconde en el algoritmo:

    https://www.infolibre.es/noticias/opinion/columnas/2018/02/12/el_pensamiento_unico_esconde_algoritmo_75151_1023.html

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