Para resolver problemas sencillos debemos tener en cuenta:
1)
LOS DATOS. Sin conocer bien los datos que nos
facilita el problema no podemos resolverlo. Por este motivo, debemos prestarles
una atención mayor. Hay que tener en cuenta que se pueden encontrar:
a)
En el enunciado del problema. Lo más común es
encontrar los datos en el mismo enunciado, por eso mismo hay que leerlo tantas
veces como necesitemos y sacar todo aquello que creamos que nos puede ayudar
para su resolución. No importa si después no usamos todos los datos que hemos
sacado.
b)
Podemos encontrar datos necesarios e importantes
en la pregunta o preguntas del problema. Es decir, en ocasiones al mismo tiempo
que nos indican qué debemos buscar, también nos dan datos que pueden ser muy
importantes para la resolución del mismo problema. Es por ello, que si al sacar
los datos del enunciado no ves claro cómo resolverlo, debes revisar también la
pregunta o preguntas porque ahí puede estar el dato que te falta.
2)
¿QUÉ TENGO QUE HACER?
Una vez sacados todos los datos del problema. Leeremos de nuevo el
enunciado y la pregunta que nos están haciendo. En este momento, tendremos que decidir
que operación u operaciones hacemos para resolver el problema. Para tomar estas decisiones nos puede ayudar
saber que:
a)
Cuando se nos pide que a una cantidad se le
añada otra u otras cantidades SIEMPRE SUMAREMOS.
b)
Cuando a una cantidad hay que disminuirle otra
cantidad, o nos preguntan “cuánto tiene ahora” o “cuánto le queda” o “cuánto le
ha sobrado” normalmente RESTAREMOS.
c)
Cuando el problema nos pide que busquemos una
cantidad más grande a partir de dos cantidades más pequeñas, MUTIPLICAMOS.
d)
Cuando el problema nos pide que repartamos una
cantidad grande entre otras más pequeñas, DIVIDIREMOS.
No hay comentarios:
Publicar un comentario